“Voy a intentar impulsar el cambio en un mundo de por sí muy cambiante”. Así comenzó la ponencia del consultor y conferenciante Juan Ferrer en el XXI Congreso de AIFEC, en la que planteó cómo debe llevarse a cabo la gestión del cambio en las organizaciones.
Las empresas deben cambiar y evolucionar para que sean ágiles y eficientes, pero los cambios no siempre son bien recibidos por los equipos. “¿Qué hacemos para que la gente quiera el cambio? –preguntó– La imposición genera resistencia, pero la participación genera implicación”. Por eso, explicó Ferrer, es necesario cambiar el modelo clásico de dirección líder-seguidor a otro de líder-líder. “El trabajo de un líder hoy no es crear seguidores, es crear más líderes”.
Juan Ferrer defendió que las organizaciones actuales necesitan responsabilidad y liderazgo colectivos. “Hay que dejar atrás el modelo de jerarquía, con un líder que toma las decisiones y los demás ejecutan, y pasar a un modelo en que el líder facilite la inteligencia y el liderazgo colectivos”. Y es que, afirmó, “el trabajo de un líder hoy no es crear seguidores, es crear más líderes”.
Para activar los cambios en cualquier organización humana, Juan Ferrer apuesta no por salir de la zona de confort, sino “salir de la zona de no confort acumulado y ser líder de uno mismo”. Y para eso propone tres actitudes fundamentales. “Luchar, porque la adversidad despierta el talento; aceptar la realidad, encontrando el equilibrio entre luchar por lo que queremos y aceptar la realidad y valorar las cosas y a las personas que tenemos alrededor”.
Con estas ideas de base, Juan Ferrer finalizó apostando por dedicar tiempo a la reflexión y a la planificación. “Dedicamos el 99 por ciento del tiempo a ejecutar y eso puede ser un problema. Estamos en el presente pero no invertimos en el futuro”.
