La Comisión Europea publica directrices para poner freno al doble estándar de calidad

en El sector

La Unión Europea quiere terminar con la práctica de calidad dual que llevan a cabo algunas empresas. Es decir, la venta del mismo producto, bajo la misma marca y con el mismo nombre comercial, pero con distinta composición según el mercado al que se dirijan.

Esta dualidad afecta sobre todo a los productos alimenticios (por ejemplo, refrescos con distinta cantidad de azúcar según el país en el que se vayan a vender, café con distinta cantidad de cafeína o galletas con más o menos cantidad de chocolate) y la Comisión Europea ha puesto en marcha una estrategia para ayudar a los gobiernos a detectar y perseguir estos casos.

La Unión Europea cuenta con leyes para luchar contra este tipo de prácticas, pero la aplicación le corresponde a los estados. Por eso, el ejecutivo europeo ha decidido publicar una guía que ayude a los gobiernos a vigilar que estas leyes se cumplan.

En concreto, hay dos reglamentos que afectan a este tema: el de información alimentaria, que obliga a que los consumidores reciban una información veraz sobre los productos alimenticios que compran, incluyendo todos sus ingredientes en la etiqueta; y la directiva sobre las prácticas comerciales desleales, que prohíbe vender productos de la misma marca de forma que lleven a error entre los consumidores. El etiquetado de los productos, por tanto, tiene un papel fundamental en esta materia.

De momento, la Comisión ha destinado dos millones de euros que se reparten entre el Centro Común de Investigaciones –inmerso en el desarrollo de una metodología para que todos los países hagan los mismos exámenes a los productos y que debe estar lista en el primer trimestre de 2018– y para financiar los proyectos de cada país para hacer cumplir estas normas.