Si una idea se ha quedado clara en el XIX Congreso de ANFEC de Lanzarote es la de la necesidad de adaptarse a los cambios, de asumir que las novedades tecnológicas han cambiado y seguirán cambiando nuestros hábitos de vida y de consumo y que, en el mundo empresarial, no subirse al tren de la innovación es lo más parecido a tirar la toalla y renunciar a la competitividad.
Javier Sirvent es asesor en transformación digital y fue uno de los ponentes del XIX Congreso de ANFEC celebrado en Lanzarote entre el 11 y el 14 de mayo. En su charla, que cerró la sesión de conferencias del viernes, mostró la importancia que tienen a día de hoy las nuevas tecnologías en nuestra vida y la velocidad de los cambios que estamos viviendo.
“Todos estos cambios van a significar un cambio brutal en el mercado de trabajo” afirmó. “En la nueva economía hay que ser rápidos, las máquinas están empezando a hacer cosas que antes no nos planteábamos y van a sustituir a muchos trabajadores”. Por eso, explicó Sirvent, la formación y la capacidad creativa son fundamentales, ya que a las empresas se las valora por su capacidad de innovar e inventar. “En unos años cualquier cosa que sea sucia, peligrosa o aburrida la va a hacer una máquina”.
Pese a dibujar un futuro sujeto a novedades nunca antes vistas y predecir un cambio radical en el mercado de trabajo, Javier Sirvent no cree que haya que afrontarlo de forma negativa. “El futuro son las pasiones. El futuro es de los que pueden hacer de todo un poco y de los que son creativos, innovadores y resolutivos”.
En ese proceso, tal como aseguró Javier Sirvent, debemos apoyarnos en la tecnología, que debemos entender como una herramienta que nos ayuda. “Hay que estar preparados para cosas que no existen y la tecnología nos hace más eficientes y más competitivos”.
